La decisión se produjo unos 15 meses después de que la Policía Federal Brasileña y agentes de INTERPOL —la organización internacional de policía con 190 países miembros— capturasen a Díaz Barajas dentro de la nación sudamericana. El sujeto se encontraba intentando subir a un avión para asistir al partido de fútbol del Mundial entre Brasil y México en Fortaleza cuando lo arrestaron en el Aeropuerto Internacional de Rio. Los agentes de la Policía Federal habían comenzado a seguirlo cinco días antes, cuando utilizó documentos legales de viaje para cruzar en vehículo la frontera de Argentina a la ciudad de Foz do Iguaçu. Desde allí tomó un vuelo a Rio de Janeiro para reunirse con su mujer y dos hijos al día siguiente.